
Es uno de los colores más
fáciles de percibir para la visión humana, su velocidad en nanómetros es
de 550 nm, menor que la del color rojo (700 nm) y mayor que la del azul
(465 nm). Lo que lo califica como un color más neutro, para temas como
diseño, publicidad o terapias, en resumen, la velocidad del verde es más
fácil de asimiliar y observar. Tal vez por ello nos revitalizamos
cuando vemos más ¡Verde!